ser humilde.

He de reconocer que el rumbo de las personas suele cambiar por las influencias que te sugiera otra persona, así cómo la lluvia cambia de sentido por la influencia del viento. Y es que a veces esas personas son las que te completan, un amanecer sin Sol no sería un amanecer. Una verdadera y buena amistad, es aquella pura y natural, la que no permite cambios, la que atraviesa muchos obstáculos, aquella relación en la que la confianza es fundamental y la falsedad es el punto débil, y en esos altibajos te debes sentir obligado a sonreír, ya sabes ''al mal tiempo, buena cara''. En efecto, muy poca gente suele mantener equilibrios, nos preocupamos en lo que pueden llegar a decir y en lo que esas palabras pueden causar. No nos molestamos en ponernos en el lugar de otros, vivimos nuestra vida sin importarnos el mañana, pero a veces ese mañana es el que nunca planeaste y ahí es cuándo te das cuenta de que todo se te ha ido de las manos, entonces recapacitas e intentas llegar a una conclusión y ahí está... el ciclo de la vida. Debemos aprender a pensar en los demás, debemos dejar de ser tan egoístas. Al fin y al cabo tanto ''yo'' nos acabará agotando. Espero que yo también recapacite, pues con estas simples acciones podemos llegar a perder mucho. Pero lo que en realidad no gusta es la conquista. Vamos mundo materialista. ¿Qué me tienes preparado para mañana? Por el momento no quiero saber que pasará, pero las cartas están echadas.