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lunes, 24 de diciembre de 2012

Te pasas la vida esperando a que pase algo.

Y AL FINAL LO ÚNICO QUE PASA ES LA VIDA.

No confundas amor con compañía. 

Todo o nada.

Estos días después de publicar la anterior entrada...por fin he comprendido que luchar por nada tantas veces seguidas no sirve de mucho. Era yo la que decía que no había que perder la esperanza en ningún momento, y no la pierdo es cierto, pero a veces tú me la quitas y me molesta. No entiendo por qué siempre me ilusiono esperando algo tuyo, cuando sé que lo único que voy a recibir a cambio son decepciones y sorpresas... Por eso, ya no espero nada de nadie, esperar siempre duele. No lo entiendo, mi corazón estaba roto, la persona que siento dentro de mí en estos momentos lo volvió a unir, pero esta ilusión (más bien casualidad) es la que lo mueve. Me muero cuando me hablas, me muero cuando pienso que estaría dispuesta a hacer todo por ti y tu sin embargo...sin embargo piensas que siempre me vas a tener ahí, pero no quiero que lo des por hecho, tienes que dudarlo, si no ¿de qué sirve?. Y es que para mí no existe un termino medio. No me olvido de alguien en unas semanas, soy de todo o nada, o quiero a una persona más que a mi vida o no la quiero. Has vuelto, pero sé que no para siempre.  Me encantaría pensar que puede haber un siempre aunque el siempre sea un continuo "por ahora". Sin saber lo que nos va a deparar el día de mañana, a día de hoy me sigue gustando tu sonrisa, tu voz, nuestras miradas se siguen buscando, y yo sigo sin saber como llamarle a todo esto. No todo es tan fácil como me imaginaba...Yo sigo adelante, porque he dicho que no tengo término medio.


jueves, 20 de diciembre de 2012

hay personas que aparecen de repente, y nos marcan para siempre



Esto va por ti como, absolutamente, todo.

Paso a paso, pulgada a pulgada. ¡Hasta el final!

POR SI MAÑANA SE ACABA EL MUNDO, QUIERO QUE SEPAS MI VERSIÓN Y TE DES CUENTA DE MI MANERA DE VER LAS COSAS, LA VERDAD ES QUE NUNCA TE MENTÍ, SI LO HICE FUE POR VERTE SONREÍR.

Es completamente cierto eso que dicen de que..."Las segundas partes nunca fueron buenas", y en efecto, nunca salen bien... desde el principio se apuesta todo sabiendo que puedes acabar sin nada, con dudas, con una buena decepción y con un montón de mierda. Pero en el fondo una parte de ti siempre estaría dispuesta a intentarlo otra vez y las veces que hicieran falta, harías cualquier cosa con tal de tener lo malo de vuelta, para así tener lo bueno también...cualquier cosa por conseguir que esa rutina volviese a estar de regreso. Esa rutina por la cual te habías aferrado tanto hasta acostumbrarte y no permitir cambiarla por nada, porque estabas a gusto y eras feliz con tu día a día junto a él. Te acostumbras a ver pasar los minutos, las horas, los días y los meses a su lado, es algo que te gusta tanto que acabas dejando de lado muchas cosas, solo por él, solo por disfrutar de cada milésima de segundo junto a él, pero da igual, no importa, porque es lo que deseas y lo que más quieres en ese momento, porque te gusta, porque te encanta pensar que siempre lo vas a tener a tu lado y TODO LO DEMÁS TE DA IGUAL. El resto del mundo deja de existir sola y exclusivamente por él. Sólo quieres una cosa y la tienes. A él. Que apenas llegó, sin previo aviso, se instaló 
para siempre en tu vida. Y es que, no hay nada mejor que encontrar un amor a medida. No hay nadie que lo iguale. Que si ahora mismo cayese una bomba atómica aquí y se lo llevase todo por delante, pero a tí te pillara abrazada a él, te daría igual, te daría lo mismo. Porque era él el que guiaba y marcaba tus pasos, él que te protegía de todo, él que despejaba esas nubes grises de tus días malos y los convertía en los más coloridos y felices, él convertía cada lágrima en mil sonrisas, nadie en el mundo te hacía reír como él, tenía(TIENE) ese don y esa capacidad de hacerte feliz con cualquier tontería. Era él el que quiso hacer lo impensable después de haber hecho todo lo imposible.  Por que junto a él maduraste y te enseñó a ver las cosas de otra manera, y a valorar todo lo que tenías, él fue el que te hizo crecer.  Porque siempre llega un momento en el que su felicidad está por encima de todo, que es lo único que quieres para esa persona, aunque tu no se la puedas dar. Automáticamente, cuando llegas a ese punto en el que él está por encima de todo, lo único que deseas es verle sonreír. Porque te mata con su sonrisa y tu matarías a quien se la quitase. Porque pasas a ser LA SEGUIDORA DE SU RISA, LA FAN DE SU SONRISA. Para siempre.
 Desgraciadamente, esa rutina y esa costumbre de no dejar de veros ni un solo día(sería ridículo pensar que tienes una obsesión, que lo quieres todos los segundos y todos los días a tu lado, lo quieres sí, pero no de esa manera tan obsesiva, acaparadora, posesiva...etc), pasa a ser más fuerte que el amor que os tenéis, y éste pierde su fuerza y su intensidad. Ha cogido tanta fuerza, que ya nada ni nadie la puede parar, duele decirlo, pero es que es así. Desafortunadamente llega ese día en el que todo se tuerce...y ves como las cosas empiezan a cambiar(vacaciones de verano) Todo esto tiene una explicación sencilla y fácil de entender. Empieza el verano, aquel verano en el que ibais a hacer más que historia, porque iba a ser vuestro verano, un verano inolvidable para los dos, el verano más planeado de tu vida, esas vacaciones que tantos meses llevabais esperando. Mentirías si dijeras que el verano empezó mal, pues no todo lo contrario, qué mejor que empezar el verano con su cumpleaños. Todo iba sobre ruedas, todos esos piques, esos enfados, esas discusiones, esas lágrimas, detrás de todo eso habían unas reconciliaciones en las que cada uno demostraba cuántisimo os apreciabais, y ya está, nunca iba a más, se quedaban en tonterías, en enfados tontos que a los días os estarías riendo, porque no tenían sentido. De algún modo las cosas empezaron a complicarse y ya no eran enfados tontos, pero seguían siendo piedras en el camino, os prometisteis aprender de esas broncas y dejaros de tonterías, porque ambos sabíais que aunque os perdonaseis y a los días os rierais de ello, tantas discusiones tontas no iban a ser buenas para ninguno de los dos.
No vas a mentir si dices que no te jodía en el alma pasar de verle todos los días a sólo verle una vez cada 2, 3, 4...días, o solo verle en las fiestas a las que también ibas tú...os seguías queriendo estaba claro, él te seguía queriendo, pero ya no como antes, él quería vivir su verano sin preocupaciones y tú no hacías más que presionarle para poder estar con él una tarde, como siempre. De alguna manera los días que no os veíais no teníais de qué hablar, las conversaciones pasaban a ser siempre iguales, te hacía reír sí, pero lo extrañabas...extrañabas la rutina de antes. Eso llevaba a más discusiones, tu pensabas que él ya no te quería ver, si que quería, pero también quería disfrutar solo de su verano, sin complicaciones, de algún modo te pedía que lo entendieses, pero tú no querías...no querías entenderle, querías que también tuviese tiempo para tí, dejasteis de veros durante muchos días y pasasteis a hablar lo más mínimo en el día...Te dolía y cada vez más. Siempre comparabas lo de ese momento, con lo de antes y te parecía que había cambiado, pero no, seguía siendo el mismo, solo que con más libertad, pero tú te hacías la ciega, la sorda, y la muda, no querías ni podías comprenderle, no aceptabas la realidad. Y era lo que tenías que haber hecho desde el primer momento. Cada uno tenía su libertad y sus quéhaceres, sus compromisos, su vida y su verano. Por no veros unos cuántos días no iba a pasar nada. Y pasó, las cosas se nos fueron de las manos entonces comprendí   que cuando uno quiere, saca tiempo, y cuando no, saca excusas...Te convertiste en una pesada, las cosas se complicaban cada vez más y no hacías más que reprimirte y tragártelo todo. En realidad no supiste nunca qué hacer, así que no te quedó otra y le dijiste cosas malas, cosas que no sentías, provocaste discusiones, le complicaste su verano. De este modo él se cansó de tu poca paciencia, de tus ganas locas de discutir, de que no entendieras que él tenía otra vida muy diferente a la tuya, se cansó de ver como le hacías enfadar por no querer comprenderle, de tus indirectas y de tus reproches. No te sirvió de nada, el veros una tarde o que sacase una/dos horas para verte pasó a ser una obligación, por haberle rucado tanto...Todo lo que hiciste, fue por miedo, miedo de perderle, sabías que en pocos días ibais a dejar de veros durante un mes porque te ibas fuera, de vacaciones 28 días. No sabías cómo reaccionar nunca, nunca te paraste a reflexionar, siempre hablabas sin pensar en lo que podía pasar o en cómo se podía tomar lo que le dijeras, nunca pensaste en la presión que tenía él encima. Te comportaste como una niñata. La cagaste. Y cuando estuviste de vuelta no hiciste otra cosa más que cagarla, cagada tras cagada. Cada vez más y más presión. Veías las cosas de la manera que querías sin parar a pensar nunca cómo se sentiría él...Lo trataste muy mal y él no se lo merecía para nada, fuiste tú la que se creó tantísimas cosas en tu cabeza que acabaste echándolo todo por la borda pensando que sería lo mejor para ambos.
 A día de hoy sabes cómo duele luchar por nada. Lo extrañas. Tanto que te duele. Nunca debes dejar que el amor se convierta en rutina, porque al fin y al cabo lo rutinario pesa y cansa. Porque al igual que la vida todo pesa y pasa...todo lo que llega, tiene que irse. Te engañas. Sabes que las cosas han cambiado, pero aun así te enamoras de los recuerdos...el chico que querías para el resto de tu vida ha cambiado, y tú y tu forma de actuar y de hacer las cosas han sido la mayor causa, ese capricho que tan feliz te hizo ya no es nada más que un recuerdo. Te torturas, te machacas pensando que todavía hay una mínima esperanza de que todo vuelva a ser como antes. Esa esperanza no te la puede quitar nadie y mucho menos arrebatarte tus sueños, los que no acaban hasta que no muere el soñador. Sé que las palabras se las lleva el viento y que no tienen ningún valor si no hay hechos que las demuestren...pero hoy más que nunca juras y perjuras que estás siendo más sincera que a lo largo de toda tu vida. Que te has dado cuenta de todos tus errores, que no han sido pocos...y que te sientes realmente destrozada por dentro. ¿Nunca os ha pasado que la cagáis tanto y estáis tan arrepentidos que ni sabéis qué hacer ya para disculparos y pedir perdón? ¿Que lo habéis intentado de todas las maneras y con todas vuestras fuerzas y no lo habéis conseguido? ¿Que lo sentís tanto, tanto, tanto... que ni os salen las palabras?
 El amor no es como lo han pintado. Todos nos acabamos haciendo daño sin querer, sin intención. "No todo está perdido" No puede haber frase más mítica para animar a alguien. Sí, no está mal, nunca hay que perder la fe, ni la esperanza...la vida da muchas vueltas a lo largo del camino, y no por eso tienes que desilusionarte o creer en falsas esperanzas. Eso sí, qué mejor que estar solo para no vivir de ilusiones...pero sin duda es mejor vivir de una ilusión que sin esperanzas. Cuando notas que una persona te quiere con menos intensidad, te das cuenta que lo has perdido. Quizá no para siempre, pero siempre te verá como algo especial, siempre te tendrá ese cariño por haber compartido tanto tiempo juntos, pero jamás volverá a quererte de la misma forma. Olvídate. El problema después de eso, siempre va a haber una persona que quiera más a la otra... y así va a ser siempre. 
 Que no hay nada más triste que un recuerdo feliz, mantén la certeza de que no se repetirá. Pero nunca pierdas la esperanza. Quién sabe lo que pasará, la vida no para de sorprendernos.
 Pero qué voy a saber yo de amor...ni me atrevo a escribir esta historia en primera persona porque aún no me puedo creer que la mayor culpa de todo esto sea mía...pero de lo único que estoy segura es que esos 7 meses a su lado fueron los mejores de estos 15 años, que las hay más guapas, más listas, más cariñosas, más detallistas, pero que ninguna de ellas lo va a querer ni la mitad de un cuarto como lo hice y lo hago yo... y que ÉL, esa persona en la que no he parado de pensar desde ese 26 de diciembre de 2011, siempre va a seguir lo más grande hasta morir. Que lo siento en el alma. Y que la tarde que te dije que siempre iba a estar, lo decía en serio. Que aquí sigo como aquel 21 de enero, muriendo por ti todas las noches Y esperándote, para volver a intentarlo y poder cumplir todo lo que te prometí, absolutamente todo.Que puede que haya conocido a más chicos pero es que te juro que no hay nadie como tú mi amor...Te quiero con la misma intensidad que siempre. Nunca he dejado de hacerlo. Ni lo dejaré de hacer.

Si estás leyendo esto sonríe, he aquí una fan de tu sonrisa...

Siento haberme portado así contigo, de verdad que no soy así, pero este desafío de quererte me quedó muy grande y no pude o no supe pero te lo habría dado todo, todo lo que te merecías.








lunes, 17 de diciembre de 2012

cenizas a las cenizas, polvo a polvo

Hasta los mejores planes pueden arder en llamas. A veces la luz deslumbra tanto que no te deja ver nada más,otras veces unas nubes oscuras te devoran y parece que el cielo nunca se despejará, cuando luce el Sol y cae lluvia a la vez puede producirse un arcoiris agridulce, pero cuidadito justo cuando crees que navegas plácidamente hacia la puesta de Sol puede que un rayo te parta en dos.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Te necesito

Puede que sea un poco rara. Un día me verás llorando por los suelos, y al siguiente dando saltos de alegría en lo más alto. Por las tardes puedo ser la más odiosa que conozcas y por las mañanas la más encantadora. Mis sonrisas te pueden embobar, pero tengo miradas que espantan. Habrá días que estaré 24 h contigo, abrazándote, agobiándote, haciéndote reír. Otros, sin embargo, notarás que no estoy aquí, que nada me incumbe y nadie tiene que ver conmigo, esos días te aconsejo que no te esfuerces ni en tocarme. Con el tiempo verás que soy de extremos, que conmigo es blanco o negro, que el gris para mí no existe: o te quiero o te odio, o algo me gusta o no puedo ni verlo, o me da igual todo o todo me influye. También te darás cuenta de que me doy entera a todo, que las cosas, cuando decido hacerlas, las hago dando todo de mi, dejando en ellas sudor y lágrimas. Que cuando lloro, lloro hasta soltar la última lágrima, que cuando río, se me sale toda la fuerza en cada carcajada, que cuando me enfado, lo hago con toda mi energía, que cuando grito, me dejo la garganta y que cuando beso, lo hago como si fuera la última vez. Después de darte cuenta de todo eso, sabrás si eres un poco inteligente, que cualquier día, a cualquier hora, me puedo ir de tu vida tal y como llegué, sin esperarlo, con fuerza y de repente. Para ese día ya habrás descubierto que es inevitable cogerme cariño. Pero no te preocupes, cuando me vaya ya me conocerás lo suficiente y sabrás qué hacer para que vuelva, si no lo sabes todavía...